Hace unas semanas tuve la oportunidad de ejercer, junto a Noa 🐱, de casa de acogida para una gatita de algo más de un mes, Flora. Es habitual que las asociaciones protectoras de animales no dispongan de un albergue de animales y cuenten con el apoyo de casas de voluntarios para dar acogida a esos gatitos que están buscando familia definitiva.
Cuando llegué a mi casa con Flora me pareció una excelente idea sacarla del transportín y hacer una presentación en sociedad a Noa, que la recibiría pletórica al encontrarse con alguien de su mismo idioma y especie después de meses rodeada de humanos un poquito pesados.
Todo esto funcionaba así en mi cabeza. La realidad fue que, en el primer cruce de miradas, Noa se puso muy nerviosa, la cola se le hinchó como un mapache y empezó a bufar y a gruñir en lo que sería el comienzo de una semana muy intensa de convivencia entre una gata territorial y otra recién llegada que, por suerte, era paz y amor.
Noa siempre ha sido una gata tímida pero tranquila y cariñosa a su manera gatuna. Lo que viví me hizo pensar mucho y, si te identificas con esta historia, este artículo es para ti.
- 1 ¿Por qué un gato ataca a un gatito?
- 2 ¿Cómo puedes evitar que tu gato ataque a otro gatito?
- 2.1 Esteriliza o castra a tus gatos
- 2.2 Introduce de forma progresiva y tranquila al nuevo gatito
- 2.3 Asegura que cada gato tiene los recursos que necesita para disponer de su propio territorio
- 2.4 Dedica a cada gato la atención que necesita para que no se sienta desplazado
- 2.5 Intenta minimizar el impacto de los cambios en el entorno de tu casa
- 2.6 Utiliza un difusor de feromonas para templar los ánimos
- 2.7 Reintroduce a los gatos si es necesario
- 2.8 Habla con un especialista en comportamiento animal

¿Por qué un gato ataca a un gatito?
Los gatos son animales domésticos con un pasado salvaje. Un gato ataca por varias razones:
- Para cazar presas.
- Desconfianza. Defenderá su territorio si se siente amenazado por la presencia de otro animal o persona.
- Siente miedo. Atacará para defender su integridad cuando se siente en peligro o acorralado.
Al igual que los humanos, cada michi tiene un carácter propio y su reacción dependerá de él.
Los gatos son animales territoriales, especialmente cuando vienen de la calle. Para un gato su territorio es su fortaleza. Salir de ella les expone a riesgos desconocidos, como encontrarse a otros gatos que están protegiendo su propio territorio. Son conscientes de que invadir el espacio de otro de sus congéneres les sitúa en un riesgo potencial. En su fortaleza se sienten a salvo, tienen todo lo que necesitan para vivir de forma confortable, libre de peligros. Si lo piensas, esto le da sentido a esos comportamientos hostiles a los que no estamos acostumbrados con nuestro michi.
Cuando dos gatos que conviven desde bebés, lo habitual es que mantengan una relación amistosa, que con los años se puede volver de indiferencia mezclada con algo de respeto, y quizás algunos enfrentamientos.
Esa hostilidad minina de un primer encuentro no preparado puede manifestarse en forma de una cola muy hinchada, pelo erizado, ojos muy dilatados, bufidos y gruñidos amenazantes e incluso, si la cosas se complica, algún intento de sacar la zarpa.
Es parte de su instinto natural salvaje. Así que la primera noticia es que el cambio de comportamiento es completamente normal, por intenso que te parezca. La buena noticia es que se puede solucionar.
En ocasiones el estilo de juego de dos gatos puede moverse en una delgada línea entre el juego y la pelea. La observación es un buen método para saber si dos gatos se pelean o juegan.
El cambio de comportamiento cuando un nuevo gatito llega a casa es algo normal. Pero se puede solucionar.
¿Cómo puedes evitar que tu gato ataque a otro gatito?
Esteriliza o castra a tus gatos
De este modo se reducirá la agresividad y esa tendencia tan marcada a la territorialidad.
Introduce de forma progresiva y tranquila al nuevo gatito
El proceso de adaptación a la convivencia de dos gatos puede durar días, semanas o, incluso, meses. Situar a los gatos en una situación repentina de tensión (como una llegada brusca del nuevo michi a la casa), no hará más que dificultar ese proceso de incorporación.
Tu gato aceptará al nuevo gatito a medida que sienta controlado su territorio, reconozca su olor y no represente una amenaza para él. Algunos pasos que puedes seguir son:
- Prepara la casa para la llegada del nuevo gatito asegurando que cada uno vaya a tener su espacio y sus cosas.
- Si tienes la posibilidad, incorpora unos días antes de su llegada un juguete o una manta que tenga su olor. De este modo se reducirá el efecto novedad y la aceptación será más tranquila.
- Reserva una habitación para los primeros días del nuevo gatito en casa.
- Favorece el contacto visual. Cuando sientas que sea el momento. Con distancia. Puede ser a través de un cristal o con el nuevo michi en su transportín, como espacio controlado para los dos.
- Genera un primer encuentro cuando sea el momento. Si el gatito tiene su propia habitación, tu gato habrá merodeado cerca en más de una ocasión, ya se conocerán un poco. Idealmente, busca un espacio neutral. Presta atención a la actitud corporal, su cola, sus miradas y mantén el estado de alerta por si la situación se pone un poco más tensa de lo normal. Todo lleva tiempo y no debes desanimarte por ello.
Asegura que cada gato tiene los recursos que necesita para disponer de su propio territorio
Proporciona a cada gatito un espacio propio, con su cama o espacio tranquilo, sus cuencos de comida y agua, rascador y su arenero.
Dedica a cada gato la atención que necesita para que no se sienta desplazado
Es normal que el gatito que acaba de llegar a casa se convierta en la novedad. Tu gato puede sentirse desplazado y esta situación le generará estrés. El juego es además una buena forma de reducirlo.
Intenta minimizar el impacto de los cambios en el entorno de tu casa
Cuando un nuevo habitante llega a casa es normal que se produzcan cambios. Más cosas en más lugares. Los gatos son poco amigos de las novedades. Intenta que estas les generen el menor impacto posible para reducir su estrés.
Utiliza un difusor de feromonas para templar los ánimos
Las feromonas sintéticas son una imitación química de las feromonas faciales que los gatos segregan de forma natural y que les ayudan a calmarse, sentirse seguros y marcar el territorio. Son una solución ideal para casos de ansiedad y estrés felino. Feliway para gatos agresivos puede ser un buen complemento de terapia.

Reintroduce a los gatos si es necesario
En ocasiones no hay nada mejor que empezar de nuevo. Así que puedes plantearte separarlos y realizar un proceso de adaptación progresivo para los dos gatitos.
Habla con un especialista en comportamiento animal
Finalmente, no siempre es fácil favorecer esa integración. Por suerte hay especialistas en comportamiento animal (etólogos) y veterinarios que pueden ayudarte a facilitar esa transición. No dudes en contactar con ellos. Es un coste bien invertido.
Cuéntanos tu experiencia si has pasado por ello y comparte tus consejos.