Tu gato te da mordisquitos. Sus 3 motivos

Ana
Revisado por Ana Alonso Muñiz, veterinaria vocacional de nacimiento. Licenciada por la Universidad de León. Viviendo entre lametazos y arañazos.

Como felinos que no son nuestros gatos nos dan mordisquitos comportándose como una pantera en miniatura. Los mordisquitos son habituales que verás en los gatos. Los motivos por lo que a tu gato puede morderte son diversos; unos mejores que otros.  Conocerlos te ayudará a mejorar la comprensión de tu minino, actuar de la manera adecuada y evitar problemas en la relación.

Principales motivos de los mordiscos gatunos

El estado emocional de tu gato o gata acompañado del contexto o situación pueden ayudarte a entender su comportamiento. A lo largo de vuestra relación, tu gato te morderá de diferentes maneras, con un mensaje implícito diferente que no está de más entender.

Conducta de juego

El gato es un animal cazador y juguetón. Es normal que te aceche y muerda, porque te ve como su “presa”. Cuando el gato tiene una conducta de juego, puede morder con algo de fuerza o usar sus uñas. Si tu gato te quiere le divertirá intentar cazarte y darte mordisquitos.

A mi gatita Noa, le encanta agarrarme con las patitas, darme mordiscos y retozar cuando comienzo a acariciarle, en especial la tripa (algo que no le gusta mucho). En ocasiones muerde con un poco más de pasión de la que me gustaría, pero si me quejo, enseguida modera porque realmente no se trata de una conducta defensiva o agresiva.

Esto ocurre mayormente porque el gato no socializó de la forma correcta o porque fue separado de su madre a una edad temprana. 

Sin embargo, durante el juego, el gato no tiene intenciones de causar daño, ya que solo busca divertirse.

Conducta ofensiva y defensiva

En ocasiones, el gato adoptará una conducta ofensiva o defensiva, agrediendo de manera voluntaria. Se trata de situaciones donde se siente amenazado, estresado, asustado o si siente un fuerte dolor.

Reconocer esta conducta es sencillo, el felino se tensa, echa las orejas para atrás, mueve la cola de forma rápida, enseña los dientes y lanza zarpazos. 

No fuerces la interacción con tu gato cuando está a la ofensiva o defensiva, lo mejor es dejarlo tranquilo para que se calme, porque necesita su espacio. Si la situación se repite con frecuencia, debes consultar con tu veterinario para diagnosticar el problema y tratarlo. 

Exigencia de espacio

Otro momento donde tu gato morderá es cuando demande espacio. El gato puede morder para indicarte que te quiere lejos o lo dejes tranquilo. 

Sin embargo, esta conducta no viene siempre acompaña de ataques agresivos, el felino puede estar relajado y expresar su necesidad de estar solo. 

¿Qué puedes hacer cuando tu gato te muerde?

Los mordisquitos del gato pueden ser por juego, defensa, ofensiva o demanda de espacio. En estas situaciones, si los mordiscos son fuertes, es importante adiestrar al felino para que controle mejor sus impulsos naturales.

Lo primero es establecer límites, aunque el gato quiera jugar contigo, debes frenarlo para que controle su energía. Un truco sencillo es comprar rascadores para que lime sus uñas, así como juguetes para que se distraiga.

El uso de juguetes y pelotas es importante, ya que el gato aprende que está bien morderlos a ellos, pero no a ti.

De igual manera, juega un buen rato durante el día con el gato, para que se divierta y desestreses, sin dejar en ningún momento que te muerda. 

También es importante corregir la actitud del felino. No debes gritar o hacerle mimos, ni antes ni después de que te muerda. Tampoco debes darle golosinas o comida, ya que el gato asociará morder con algo positivo.

Es esencial que ofrezcas al gato su espacio, por lo que morder es una manera de expresar que necesita de su espacio, o bien, que haces algo que no es de su agrado.

Si notas que la actitud del gato no mejora, ve con un veterinario para que realice un diagnóstico. Hay ocasiones donde la agresividad se debe a una complicación de salud que requiere de tratamiento.

¿Qué pasa cuando tu gato te lame y te da mordisquitos?

Una situación que se da con frecuencia es que el gato te lama y después muerda, o lo hace al mismo tiempo.

Cuando esto ocurre, se crea una conducta afiliativa, dado que el felino demuestra el apego que siente hacia ti al acicalarte y darte pequeños mordisquitos.

Lo indicado es dejar que el gato lama y muerda, siempre que no te dañe, para así reforzar el vínculo entre los dos. Mima mucho al gato cuando lo haga para que se sienta con más confianza y evita conductas agresivas que te causen daño.

Sin embargo, si los mordiscos son molestos o prefieres evitarlos, separa suavemente al gato con tu mano o aléjate un poco para que frene esta conducta. En ningún momento lo regañes o lo separes.

Si lo regañas provocarás desagrado en el gato, dañando la relación entre ambos.

Para reducir esta conducta de lamer y morder, puedes reforzar otras conductas que sí te agraden, como el lamido o el ronroneo, con un snack o su golosina favorita. Gracias a esto, adiestras al gato de manera efectiva.

Además, debes tener mucha paciencia para que el gato asimile lo que prefieres y lo que no, no lo aprenderá de un momento a otro.  

En definitiva…

Podemos concluir que a la hora de adoptar o comprar un gato, hay que establecer relaciones afectivas para conseguir que el gato se encuentre a gusto, confíe y vea en ti una buena compañía de vida.

Aunque a los gatos se les tacha de independientes, son muy dependientes. Necesitan compañía, aunque a veces busquen, como nosotros, sus momentos de soledad.

Arsenio Coto
Arsenio Coto
Especialista en growth, novato de felinos. Escribo para aprender y dar respuesta a los cientos de preguntas que me hago desde que Noa 🐱 forma parte de mi vida.

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